martes, 10 de abril de 2018

¡Auto GoLALAzo!


Me tardé mucho en escribir este artículo porque normalmente no me gusta ser muy dura cuando doy mi opinión sobre lo que hacen las empresas en temas de Responsabilidad Social; sin embargo, hubo un evento específico que, personalmente, me pareció… ¿triste?, ¿limitado? No sé exactamente cuál sería el calificativo correcto, pero dejaré que ustedes lo etiqueten.

El 23 de febrero del 2018. Grupo Lala y Éntrale A.C. llevaron a cabo un evento en el Museo de Memoria y Tolerancia en la CDMX, con un objetivo muy noble, presentar la creación del Distintivo Evento Incluyente. Era algo tan evidentemente necesario, que me sorprende que no se creara antes. ¡Muy bien Éntrale y Grupo Lala!

Entiéndase por distintivo: un sellito o papel que reconoce que X institución dice que cumple con las características necesarias para obtenerlo; y por evento incluyente: que una carrera o acontecimiento recreativo cuenta con los elementos mínimos adecuados para que todas las personas puedan tener igualdad de oportunidades y accesos universales. Esto significa tener rampas, señalización y alarmas visuales, auditivas y sensoriales; tener al personal de seguridad capacitado para actuar correctamente, etc.

Hasta aquí, todo iba muy bien. Ahora viene la crítica: Grupo Lala y Éntrale A.C. le entregaron el distintivo a…

¡La Carrera Internacional Lala!
¡¿Es en serio Lala?! Literal, hay memes que se burlan de darse un “AutoLike” (en serio, busquen en Google). Existiendo tantas carreras y eventos, ¿no les pasó por la cabeza hacer una alianza con un organizador de eventos? Desde mi punto de vista, pareciera que querían exclusividad en lugar de verdaderamente hacer un cambio. Lala puede hacer mucho más.

Al entrevistar a la persona responsable del Distintivo por Grupo Lala y con el Director de Éntrale y preguntarles sobre las metas, objetivos y estrategias, sus respuestas me dieron a entender que no había nadie indicándoles cómo hacer bien un proyecto de responsabilidad social corporativa:

“Nuestro objetivo es concientizar.” “No pusimos metas porque no queremos poner cuotas”. “Con que una persona vaya ya es algo”. “La cosa es que, vaya o no gente con alguna discapacidad, los eventos estén preparados con la infraestructura necesaria” 
Ese último comentario era la respuesta casi correcta.

Su objetivo podría haber sido algo similar a que los eventos estén preparados para todos y sus metas algo como cuántos eventos se espera que se sumen durante un año, y en cuántos estados o ciudades.

Pero no, se limitaron a lo más cliché. Hay que dejar algo claro, la Responsabilidad Social no se trata de lo bonito que se siente, lo bonito que se ve o cuánto se invirtió; lo importante son los resultados* y la planeación para que continúe el proyecto por el tiempo que sea necesario.

Un ejemplo hipotético: si tu mejor amigo(a) tiene un accidente horrible y lo están atendiendo en un hospital donde NO tienes que pagar NADA. De verdad ¿te va a importar si los doctores te dicen que le cantaron su canción favorita y le invirtieron una millonada, pero de todas maneras murió?  ¡Obviamente, lo que importa es si vivió o no!

En serio Grupo Lala, pónganse las pilas. Si hubieran invitado a una o dos empresas a sumarse a su causa y se le hubiera entregado el distintivo a las tres, otra cosa hubiera sido; tanto en marketing, en presupuesto y por su puesto, en impacto social.

Para explicarlo mejor, en Marketing y Responsabilidad Social un Autolike de este tipo es un “auto GoLalazo”


En conclusión



Sofía Bellinghausen
*Resultados e impacto con la menor cantidad de externalidades negativas posibles. Esto se determina a partir de un estudio de Retorno de Inversión Social.

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