¡Auto GoLALAzo!
Me tardé mucho en escribir este artículo
porque normalmente no me gusta ser muy dura cuando doy mi opinión sobre lo que
hacen las empresas en temas de Responsabilidad Social; sin embargo, hubo un
evento específico que, personalmente, me pareció… ¿triste?, ¿limitado? No sé
exactamente cuál sería el calificativo correcto, pero dejaré que ustedes lo
etiqueten.
El 23 de febrero del 2018. Grupo Lala y
Éntrale A.C. llevaron a cabo un evento en el Museo de Memoria y Tolerancia en
la CDMX, con un objetivo muy noble, presentar la creación del Distintivo Evento
Incluyente. Era algo tan evidentemente necesario, que me sorprende que no se
creara antes. ¡Muy bien Éntrale y Grupo Lala!
Entiéndase por distintivo: un sellito o
papel que reconoce que X institución dice que cumple con las características
necesarias para obtenerlo; y por evento incluyente: que una carrera o acontecimiento
recreativo cuenta con los elementos mínimos adecuados para que todas las
personas puedan tener igualdad de oportunidades y accesos universales. Esto
significa tener rampas, señalización y alarmas visuales, auditivas y sensoriales;
tener al personal de seguridad capacitado para actuar correctamente, etc.
Hasta aquí, todo iba muy bien. Ahora
viene la crítica: Grupo Lala y Éntrale A.C. le entregaron el distintivo a…
¡La Carrera Internacional Lala!
¡¿Es en serio Lala?! Literal, hay memes
que se burlan de darse un “AutoLike” (en serio, busquen en
Google). Existiendo tantas carreras y eventos, ¿no
les pasó por la cabeza hacer una alianza con un organizador de eventos? Desde
mi punto de vista, pareciera que querían exclusividad en lugar de
verdaderamente hacer un cambio. Lala puede hacer mucho más.
Al entrevistar a la persona responsable
del Distintivo por Grupo Lala y con el Director de Éntrale y preguntarles sobre las metas,
objetivos y estrategias, sus respuestas me dieron a entender que no había nadie
indicándoles cómo hacer bien un proyecto de responsabilidad social corporativa:
“Nuestro
objetivo es concientizar.” “No pusimos metas porque no queremos poner cuotas”.
“Con que una persona vaya ya es algo”. “La cosa es que, vaya o no gente con
alguna discapacidad, los eventos estén preparados con la infraestructura
necesaria”
Ese último comentario era la respuesta
casi correcta.
Su objetivo podría haber sido algo
similar a que los eventos estén preparados para todos y sus metas algo como cuántos
eventos se espera que se sumen durante un año, y en cuántos estados o ciudades.
Pero no, se limitaron a lo más cliché. Hay
que dejar algo claro, la Responsabilidad Social no se trata de lo bonito que se
siente, lo bonito que se ve o cuánto se invirtió; lo importante son los
resultados* y la planeación para que continúe el proyecto por el tiempo que sea
necesario.
Un ejemplo hipotético: si tu mejor
amigo(a) tiene un accidente horrible y lo están atendiendo en un hospital donde
NO tienes que pagar NADA. De verdad ¿te va a importar si los doctores te dicen
que le cantaron su canción favorita y le invirtieron una millonada, pero de
todas maneras murió? ¡Obviamente, lo que
importa es si vivió o no!
En serio Grupo Lala, pónganse las pilas.
Si hubieran invitado a una o dos empresas a sumarse a su causa y se le hubiera
entregado el distintivo a las tres, otra cosa hubiera sido; tanto en marketing,
en presupuesto y por su puesto, en impacto social.
Para explicarlo mejor, en Marketing y Responsabilidad
Social un Autolike de este tipo es un “auto GoLalazo”
En conclusión
Sofía Bellinghausen
*Resultados e impacto con la menor cantidad de externalidades negativas posibles. Esto se determina a partir de un estudio de Retorno de Inversión Social.
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