"Sin popote está bien" una campaña que llega años tarde
Sin embargo, aunque a primera vista
pareciera un paso gigante, es necesario analizarlo y entender las consecuencias
positivas y negativas de una campaña hecha a lo menso.
Primero, el Gobierno de México y muchas
empresas van varios años atrasados en este tipo de acciones. Quienes ocupan
altos puestos cuentan con toda la
información en la palma de la mano, por lo que un “no sabía” es poco creíble, yo diría que más bien muchos se hicieron
los de la vista gorda.
Entonces, más que un “¡Wow!, ¡están cambiando
las cosas!” es un “¡No manches! ¿Apenas?”. Hacer las cosas tan tarde tiene dos
impactos negativos que trataré de explicar brevemente.
1)
Podría no parecer mucho, pero
en este punto de la historia un día más o un día menos de popotes o cualquier
otro plástico, es una gran diferencia, por lo que hacerlo apenas ahorita es muy
tarde. Si quieren saber un poco más del tema, vean el documental “Océano de
plástico” (A Plastic Ocean) lo pueden encontrar en NETFLIX.
2)
Este punto será es más
extenso.
Algunos conocen el concepto de “efecto mariposa”, el cual plantea
que el aleteo de una mariposa puede influir en algo del otro lado del mundo.
Así son nuestras acciones, por lo que hay que pensar bien cuando se hace una
campaña en medios como: “Sin Popote Está Bien”.
El hacer una campaña de
mercadotecnia tan simple y a las prisas tiene un impacto mucho mayor que la disminución
de popotes y salvar a las tortugas. En México existen muchas empresas de
manufactura de diferentes industrias: electrónicos, embalajes, etiquetas,
químicos, plásticos, metales, etc. Es decir, el dejar de utilizar popotes,
afectará a las empresas que se dedican a esto, como consecuencia, algunas
personas se podrían quedar sin trabajo.
Para qué las empresas que hacen popotes no se vieran afectadas,
el Gobierno Mexicano tendría que haber dado un tiempo de adaptación antes de
lanzar la campaña. Una vez que los consumidores toman una decisión: ¡PUM! Te aclimatas o te aclimatan.
Esto es una catástrofe para algunas empresas, es como un sismo:
les cayó de sorpresa; cuando en realidad debería de ser como un huracán: con
tiempo para prepararse y librarla.
Nosotros como consumidores ¿qué podemos
hacer?
Respecto a los popotes: dejar de usarlos;
y por las empresas: ya no podemos hacer nada, se les fue el barco. Para otras
industrial sí hay mucho que podemos hacer:
1)
Reducir: Dejar de usar bolsas
nuevas de plástico cada que vamos al súper, llevar nuestra botellita de agua y
rellenarla, así como compra productos que no tengan tanto empaque.
2)
Reutilizar: Reusar las cosas
que ya tenemos.
3)
Realizar compras
responsables: Adquirir productos que sean reciclados y/o con algún certificado,
y de preferencia que no vengan de China, si algo ecológico viene de China lo
ecológico ya chi#gó. Pero por ahora podemos revisar productos y marcas como:
a.
Adidas: que va a sacar tenis
hechos de plástico que sacaron del océano.
b.
Dell: que hace parte de sus
computadoras y del embalaje de basura plástica que encontraron en ríos evitando
que llegara al mar.
c.
Según Coca-Cola algunas de
sus botellas de Ciel están hechas al 100% de otras botellas.
La gran diferencia de hacer un cambio
individual a un cambio masivo por una campaña del tipo de “Sin Popote Está
Bien”, es que, al hacer un cambio individual el cambio es importante pero
paulatino, lo que le da a las empresas la oportunidad de adaptarse a la nueva
demanda.
Las intenciones son buenas, pero si no se
analizan bien, pueden traer consecuencias peores.
Hagamos nuestra parte, no es tan difícil,
si cada uno de nosotros hace poco más que el mínimo es cambio será
espectacular. Nosotros como consumidores, vamos marcando la guía que deben de
seguir las empresas si desean seguir existiendo.
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¡Saludos!
Sofía Bellinghausen